Un relato sobre la Caída para ambientarnos:
HISTORIA POPULAR DE UN UNIVERSO DESGRACIADO
[Sonidos de arañazos en el micrófono, crujidos de muebles, el ruido de una mujer aclarándose la garganta]
¿Qué?
[Murmullos indistintos]
Jódete. Haré lo que me de la puta gana, aunque os
agradezco que me metierais en este precioso cuerpo de
mujer.
[Sonido de manos arrastrándose sobre tela]
¿Te choca mi vulgaridad, lacayo corporativo? No importa. Estoy seguro que serás capaz de editarlo para tus proles.
Ahora- ¿Preguntaste por mi libro? ¿Que si es un libro de historia, preguntas? No. es un libro de anti
historia. Te hablaré del futuro.
[Murmullos, en tono interrogativo]
¿Que qué es lo que nos espera? ¿En el futuro, quieres decir?
[Indistinto ”Sí”]
No. no creo que te preocupe el futuro. Lo que realmente quieres saber es: ¿tendrás el futuro que quieres?
Y esa pregunta tiene una fácil respuesta. No. no, no tendrás el futuro que deseas. Porque eres lo bastante estúpido como para hacer esa estúpida pregunta acerca del futuro.
[Pausa silenciosa]
Recuerdo que una vez leí un escaneo de un viejo cómic. El personaje se estaba quejando de la gente
imaginaria de su mundo imaginario, diciéndoles que se responsabilizaran del disgusto que les producía el futuro en el que vivían. Pero en realidad estaba dirigido a la estúpida gente que quería sus estúpidos futuros insignificantes y que eran demasiado estúpidos como para ver que el futuro es ahora. Siempre es ahora. Excepto que ya no lo es. Los TITANs cambiaron eso. Ahora, el futuro
es ayer, y la semana pasada, y hace diez años. Especialmente hace diez años. Pero el futuro también ha vuelto a la pobre vieja Tierra – es un legado de dónde hemos estado y lo que hemos hecho.
¿Os enseñan historia en Venus, en vuestros condominios sellados y vuestros aerostats balnearios? No,
no abras la boca, no me podría interesar menos lo que os enseñan. Porque con casi total seguridad serán mentiras.
He vivido en el interior del sistema. Conozco las reglas y los engaños que se cuentan en el nombre del orden público y la “seguridad nacional”.¡Naciones! ¡Ja! Incluso en los albores del siglo 21,
las naciones estaban comenzando su declive. Sólo que nos costó un tiempo darnos cuenta de que eran obsoletas.
¿Recuerdas las grandes naciones del mundo?¿Eres lo bastante viejo como para recordar cómo se sentaban unas junto a otras y debatían si los grandes cambios climáticos que estaban provocando eran siquiera reales? Incluso cuando muchos de ellos se pusieron de acuerdo en que hacía falta hacer algo, ninguno de ellos lo hizo. Los líderes del mundo siguieron con sus negocios como siempre,
seguros en sus privilegios, mientras sequías arrasaban África y Asia Central, Europa se congelaba, y el clima causaba estragos en todas partes. La gente en todo el globo estaba sintiendo los golpes del hambre o las epidemias generalizadas, pero las naciones más poderosas estaban más preocupadas por las olas de refugiados que se agolpaban en sus fronteras y polucionaban sus delicados
paraísos con sus costumbres y sus idiomas y su disposición a trabajar por una miseria sólo por sobrevivir.